sábado, 14 de febrero de 2009

Embarazo Precoz ¡Gran Problema de nuestra Sociedad!!

El embarazo precoz, es considerado, un problema de máxima prioridad para la salud pública debido al alto riesgo de mortalidad, que suelen presentar este tipo de embarazos.

Se estima que esta situación tan deprimente es producto de la situación social, descuido por parte de los padres, carencia de afecto y falta de informacion; en fin un sin número de causas que conllevan a las jóvenes de hoy en día a enfrentar su adolescencia en una sociedad que aún sigue condenando.


La madre, puede padecer de anemia, y complicaciones a la hora del parto. Los bebes de las mamás adolescentes, tienen un alto riesgo de mortalidad y pueden desarrollar mal formaciones, tanto a nivel físico, como así también congénitas. El bebé, puede padecer; de ceguera, parálisis cerebral, problemas en su desarrollo y aún de retraso mental. Para evitar, este tipo de embarazo, es fundamental el apoyo de la familia hacia el adolescente, ya sea varón o niña. El embarazo y la maternidad en la adolescencia tienen un alto carácter peyorativo, tanto para la misma joven como para su hijo si la gestación llega a termino. Las dificultades son numerosas, a corto y a largo plazo: el adolescente es frágil y se vuelve más frágil aun por el embarazo; el pronostico medico, escolar, familiar y profesional resulta sobrio, al igual que el futuro del niño y la relación madre-hijo; los embarazos seguidos y demasiado precoces constituyen un factor de alto riesgo y la joven madre tiene pocas probabilidades de llegar a formar un día una familia estable, o incluso de llegar a obtener un estatuto de autonomía social.


Mas que por razones de inmadurez biológica o psicológica de la joven adolescente, están maternidades aparecen tan difíciles de asumir debido a que nuestro sistema social mantiene contradicciones respecto a los adolescentes. La muchacha puede concebir un hijo y darlo a luz, pero no esta preparada por una educación, una madurez social y una autonomía suficientes para criarlo sin dificultad.


Una muestra real de todo lo anterior es la reacción de padre y madre al enterarse del embarazo de la hija. Hay poca comprensión y ayuda afectuosa. Lo que primero acude al ánimo de los padres no es tanto que ocurre con su hija sino que va ocurrirles a ellos. Esta herida paterna profunda da lugar enseguida a severos e irracionales reproches. Ante esto la joven se siente sola para asumir el conflicto y con una gran carga de culpabilidad. A veces, la revelación del embarazo da lugar a un violento enfrentamiento entre los mismos padres. Esta es una actitud inmediatista, epidérmica e impulsiva que casi todos lo padres adoptan.

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